La función de un medidor de glucosa es la de analizar la cantidad de azúcar presente en la muestra de sangre contenida en la tira reactiva, para después, dar un resultado en milimoles por litro, en la pantalla del medidor.
Para elegir el mejor medidor de glucosa, se puede pedir ayuda a un educador en diabetes o al propio médico, pues hay algunos dispositivos que pueden funcionar mejor en una persona que en otra. Antes de adquirir un medidor, ayuda a tu familiar a elegir el que más le convenga:
Costo. La variedad de precios es amplia. Te aconsejamos que observes varios modelos antes de comprar uno. Las tiras reactivas pueden ser quizá la parte más costosa porque se tienen que usar continuamente.
Las tiras que están empacadas individualmente pueden costar un poco más, pero es posible que no se utilicen todas las tiras de un contenedor antes de la fecha de caducidad o en el número requerido de días después de abrir el contenedor. Investiga qué tiras tienen mejor costo-efectividad. Además la mayoría de los seguros cubren el costo de un glucómetro de sangre y tiras reactivas.
Facilidad de uso y mantenimiento. Algunos medidores son más sencillos de manejar que otros. Tú y tu ser querido revisen estos aspectos y decidan si el glucómetro que desean reúne las siguientes especificaciones:
Ø Si el medidor y las cintas son fáciles de sostener
Ø Si se puede ver con claridad los números en la pantalla
Ø ¿Es fácil colocar sangre sobre la cinta?
Ø ¿Requiere una gota de sangre grande o pequeña?
Ø Si es sencillo calibrar el medidor y qué tan a menudo hay que hacerlo
Ø Cada cuanto hay que cambiar las pilas. Revisen si el medidor usa baterías que pueden conseguir con facilidad o si usa baterías caras o difíciles de conseguir
Ø Infórmense sobre el costo de las tiras
Ø En caso de que un niño pequeño use el medidor, comprueba si el aparato, así como las tiras reactivas son de fácil uso
Características especiales. No todos los medidores cubren las mismas necesidades para una sola persona, y es que algunos de ellos son grandes con cintas que son fáciles de manejar. Otros más son compactos y fáciles de llevar. Para las personas que tienen discapacidad visual, es mejor adquirir un medidor con pantalla grande o uno “parlante” que anuncia el resultado. Incluso los hay para niños, pues son de colores llamativos y dan lecturas rápidas. Del mismo modo, algunos aparatos son más chicos y más compactos que otros. Si tu familiar padece artritis o cualquier otro problema que afecte su destreza, opten por un medidor de mayor tamaño.
Además de los anteriores consejos, consideren también la capacidad que tiene el medidor para almacenar y recuperar información; al momento de adquirir un medidor, éste debería almacenar por lo menos 100 lecturas de glucosa, en caso de realizar la prueba cuatro veces al día. Estas 100 lecturas equivalen 25 días de pruebas.
Existen aparatos que pueden anotar toda la información que normalmente escribirías en un registro, como fecha y hora de la prueba, el resultado y tendencias en el tiempo. Por si fuera poco, puedes bajar la información a tu computadora para guiar el manejo de tu diabetes.
Para controlar la diabetes no basta únicamente con adquirir el mejor medidor, sino que también se requiere esfuerzo y disciplina constantes por parte del paciente.
Referencia informativa: La guía esencial para el manejo de la diabetes, Clínica Mayo, Trillas, 2010, p. 30; Walker R. M. y Rodgers, J., Guía práctica para el manejo de la salud, Diana, 2005, pp. 68-69; Lerman Garber, I., Dr., Aprenda a vivir con diabetes, Multicolor, mar. 2003, México, D.F., pp. 78-79
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