Después de trabajar con células pancreáticas y entender su funcionamiento, dos médicos encontraron la clave para entender la diabetes: una hormona a la que denominaron insulina. Este descubrimiento les valió el premio Nobel de Medicina mientras que le regaló a la ciencia médica el avance más importante en materia de diabetes. Gracias a ello, la esperanza de vida para los pacientes aumentó.
Fuentes: Secretaría de Salud. Manual para el manejo de las insulinas. 4ª Ed., México, 2004; www.diabetesaldia.com; www.intermedicina.com
A partir de ese momento, la forma de concebir y tratar la diabetes cambió, se encontró que administrando cierta cantidad de esta sustancia mediante inyecciones, los pacientes controlaban su padecimiento y mejoraban su calidad de vida, atrasando la aparición de complicaciones.
¿De dónde provienen la insulina?
Las primeras insulinas que se usaron para el tratamiento de la diabetes se extraían del páncreas de diversos animales, principalmente del ganado bovino y de cerdo, pues la insulina de este último es casi idéntica a la humana y posee el mismo efecto sobre el azúcar en la sangre.
Actualmente, sólo existen insulinas humanas que se elaboran mediante ingeniería genética en ciertos laboratorios. Se utiliza una técnica denominada ADN recombinante en la cual se sintetiza el gen de la insulina y se inserta en una bacteria o en una levadura que la reconocen como propia e inducen la producción de pro-insulina, de la cual se obtiene insulina y péptido –C.
Cabe mencionar que el término insulina humana se refiere a que su estructura es idéntica a la hormona producida por los seres humanos, aunque no se obtenga a partir de ellos. La pureza de las insulinas actuales es superior a las que se utilizaban antaño, con lo cual se ha logrado evitar reacciones secundarias.
Las primeras investigaciones sobre este tratamiento arrojaron que la insulina es destruida en el estómago por lo que no se puede administrar vía oral y sí mediante inyecciones. Durante mucho tiempo se buscó otra alternativa para aquellas personas que temían inyectarse hasta cuatro veces al día y después de 20 años de investigación, por fin, la insulina inhalada promete revolucionar el tratamiento de la diabetes.
La otra cara del tratamiento de la diabetes: INSULINA INHALADA
Hace poco menos de un año, la insulina inhalada fue aprobada por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos o Food and Drug Administration ) para el tratamiento de la diabetes tipo 1 y en algunos casos la diabetes tipo 2.
El gran reto era que, hasta hace poco tiempo, la evidencia científica mostraba que la única vía posible de administración de la insulina era cutánea, sin embargo, se comprobó que ésta puede ser absorbida por la sangre sin necesidad de agujas ni jeringuillas, mediante un inhalador parecido al usado en el tratamiento contra el asma. Por lo que la aprobación de este fármaco marca una pauta en el tratamiento de la diabetes mellitus.
Cabe señalar que no podrá sustituir todos los tipos de insulina, pues sólo se utilizará en lugar de la denominada insulina rápida, que es aquella absorbida rápidamente por el torrente sanguíneo y con un pico de acción casi inmediato. No reemplazará a la insulina basal o de larga duración, por lo que algunas personas con diabetes tipo 1 necesitarán seguir inyectándose, dependiendo de la opinión de su médico.
Este nuevo sistema de administración de insulina representa uno de los avances más importantes para el tratamiento de la diabetes, que ayudará a aquellas personas con diabetes tipo 1 que requieren muchas inyecciones diarias de insulina rápida para mantener un óptimo control de sus niveles de glucosa, pero también será una excelente alternativa en el tratamiento de personas con diabetes tipo 2 a las cuales se les indica tratamiento con insulina pero se rehúsan a utilizarla por miedo a las inyecciones.
¿Cómo funciona?
La insulina inhalada produce una especie de nube de partículas a partir de insulina pulverizada. Estas partículas son absorbidas por la sangre a través de los alvéolos pulmonares, gracias a un inhalador parecido a los que actualmente se utilizan para el tratamiento del asma.
Para comprobar su eficacia, se llevó a cabo, a nivel mundial, un estudio con duración de siete años en donde participaron más de 3,000 pacientes diabéticos que fueron tratados con insulina inhalada. Con ello se demostró que este tratamiento es tan efectivo como la insulina inyectada y superior a los hipoglucemiantes orales o pastillas que utilizan las personas con diabetes tipo 2, para reducir y mantener bien controlados los niveles de glucemia.
Sin embargo, se observaron algunos efectos secundarios como tos, dificultad para respirar, boca reseca y episodios de hipoglucemia, por lo que se recomienda estar muy atentos a estos síntomas y monitorear cuidadosamente los niveles de glucosa.
Por otra parte, se detectó que algunos pacientes presentaron dificultad para respirar después de utilizar insulina inhalada por varios meses. Debido a esto, se realizará un estudio con duración de 12 años para investigar a profundidad los posibles efectos secundarios y el peligro que puede representar la utilización de esta terapia en personas que tengan algún problema relacionado con los pulmones.
Por tal motivo se decidió restringir su uso en pacientes con asma, enfisema, bronquitis u otro problema pulmonar; así como por aquellos que fuman o dejaron de hacerlo recientemente. Por otro lado, la utilización de esta terapia tampoco se recomienda en niños y jóvenes menores de 18 años ni en mujeres embarazadas.
A pesar de que este nuevo medicamento ya ha sido aprobado y se espera su pronta comercialización, los estudios sobre su eficacia seguirán llevándose a cabo, con la intensión de ofrecer al público una terapia segura y efectiva. Ahora sólo falta que llegue a Colombia y que preguntes al médico de tu ser querido si es una buena opción para tratar su padecimiento.
Fuentes: Secretaría de Salud. Manual para el manejo de las insulinas. 4ª Ed., México, 2004; www.diabetesaldia.com; www.intermedicina.com
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