Más que la dificultad de obtener una respuesta sexual durante la intimidad con la pareja, las disfunciones sexuales femeninas, son un problema que puede afectar seriamente la autoestima de quien las padece si no se tratan apropiadamente.
Las disfunciones sexuales se originan por causas biológicas socioculturales, psicológicas y por cuestiones muy particulares en cada pareja, sin embargo en la mayoría de los casos más de un factor tiene que ver con su manifestación, éstas se clasifican de acuerdo a la etapa de la relación sexual en que se presentan:
Etapa I. Deseo. Se manifiesta por la disminución, alteración o ausencia del deseo sexual.Posibles Causas: Depresión, menopausia, experiencias de violencia o abuso sexual.
Etapa II Excitación. Un síntoma característico es la escasa o nula lubricación vaginal, al no haber una respuesta de excitación, la vagina no se humedece lo suficiente como para tener una relación sexual placentera.Posibles Causas: Disminución en el flujo sanguíneo en la vagina.
Etapa III Orgasmo. Se describe como la incapacidad de alcanzar el orgasmo durante una relación sexual (anorgasmia) y es una de las disfunciones sexuales más frecuente en las mujeres, lo que puede originar estados frecuentes de ansiedad.Posibles Causas: Deficiencias hormonales, golpes pélvicos o abuso sexual.
Existen otras disfunciones que también pueden desarrollarse como consecuencia de desórdenes de tipo metabólico, psicológico, infecciones vaginales o menopausia: la dispareunia que se manifiesta por dolor de moderado a agudo durante las relaciones sexuales o el vaginismo que es la contracción involuntaria de la vagina lo cual hace más difícil la penetración del miembro masculino.
Todas estas disfunciones pueden presentarse en pacientes con una diabetes mal controlada ya que se ha comprobado que los niveles altos de glucosa afectan la lubricación vaginal de la mujer dañando venas y arterias y por lo tanto su capacidad para alcanzar un orgasmo.
Debido a un inadecuado control de la diabetes, y periodos de hiperglicemia frecuentes, más de la mitad de las mujeres que la padecen sufren de neuropatía, padecimiento que afecta seriamente el tejido nervioso provocando daño vascular, lo cual termina por afectar su capacidad para excitarse, lubricarse y alcanzar el orgasmo.
Sea cual sea el problema es importante mencionar que a la diabetes pueden sumarse otros factores que pueden provocar alteraciones en la sexualidad como son: los conflictos de pareja, el abuso sexual, el emocional, una baja autoestima, la drogadicción y el alcoholismo, los cuales tienen que ser tratados de forma integral.
Las mujeres con diabetes tengan o no disfunciones, deben buscar a un profesional de la salud calificado para informarse y platicar acerca de su vida sexual con la finalidad de estar sexualmente sanas y activas y no negarse la oportunidad de sentirse plenas sin importar la etapa de vida que estén viviendo.
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